Diciéndole a Donald Trump que cierre
Guantánamo: mi reporte sobre las inspiradoras 24 horas de protesta y
resistencia en Washington D.C. en el 16 aniversario de la apertura de la
prisión
Andy Worthington
Andy
Worthington.co.uk
14 de enero de 2018
Traducido del inglés por El Mundo No Puede Esperar 25 de enero de 2018
El pasado jueves 11 de enero fue el aniversario número 16 de la apertura de
Guantánamo y, para marcar la ocasión, vía la campaña Close Guantánamo que co fundé, junto con el abogado
Tom Wilner, en el 2012, una iniciativa nueva: el Gitmo Clock que
cuenta cuánto tiempo ha estado abierta la prisión de Guantánamo. Al día del
aniversario eran 5,845 días. Estamos animando a la gente, durante el año, a
imprimir el reloj, tomar una foto con la impresión y mandárnosla para subirla a la
página web y compartirla en las redes sociales.
Llegué a Nueva York desde Londres el 8 de enero para mi
ocha visita anual, para hacer un llamado al cierre de Guantánamo el día del
aniversario de su apertura y el miércoles 10 tomé el autobús hacia Washington
para el evento de la noche y para tomar parte en la protesta y panel de
discusión el día posterior.
Todas fueron ocasiones maravillosas e inspiradoras que nos dieron un
antídoto edificante para la ansiedad y miseria de la vida bajo Donald Trump,
como la cabeza repulsiva y disfuncional de un gobierno republican sin corazón.
El evento del 10 de enero “There is a Man Under that Hood:
Closing Guantánamo and Ending Torture in the Age of Trump” en el
Impact Hub de Washington D.C fue el lanzamiento del maravilloso libro con
fotografías de Justin Norman, el director de medios para Witness Against Torture, en donde ilustra las
palabras de Luke Nephew del grupo Peace Poets en el
Bronx. Estuve encantado de que me pidieran hablar en el evento junto con Kathy
Kelly de Voices for Creative Nonviolence y Aliya Hussain del
CCR (Center for Constitutional Rights) antes de que Luke,
Frank López y Enmanuel Candelario de Peace Poets subieran al escenario a
recitar poderosas piezas, incluida, por supuesto, la de “There is a Man Under
that Hood” que puedes ver aquí
después de ser grabada hace tres años en la protesta afuera de la Casa Blanca.
Después del evento, regresé brevemente a la iglesia en donde los activistas
de Witness Against Torture permanecieron durante su campaña de tres semanas,
enfocando su energía durante el ayuno, en los aún detenidos en Guantánamo.
También tomaron acciones creativas todos los días, enfocándose en instituciones
capitalinas que tienen asociación con Guantánamo o con asuntos relacionados que
involucran, por ejemplo, el racismo, la islamophobia y el sistema
penitenciario. Al pasar de los años pasados, he llegado a considerar amigos a
muchos activistas de Witness Against Torture y ese día tuve una gran
conversación con algunos de ellos, incluyendo a Ken Jones, Brian Terrell y
Martin Gugino, antes de regresar al lugar en donde me hospedaba con John y
Debby Hanrahan, que han apoyado enormemente a los activistas visitantes y con
quienes me he quedado en varias ocasiones.
El jueves en la mañana estaba encantado con el clima soleado y calientito y
después de pasar nuevamente por la iglesia, llegué a la protesta anual en
frente de la Casa Blanca con Kathy Kelly. La Casa Blanca de Trump es
impactante, con barreras extras erigidas alrededor, un aumento considerable de
policías presentes e incluso, por primera vez, la presencia de individuos con
vestimenta que decía en letras grandes “Servicio Secreto, que en mi opinión,
contradicen el punto.
La impresión que esto me dio fue de paranoia por parte de Trump y un
reconocimiento tácito de su baja popularidad, pero en realidad, claramente, era
ligeramente estresante y me contaron que los organizadores habían llegado a
cierto punto de conflicto con las autoridades al llegar al punto de protesta
para instalarse.
De cualquier manera, cuando comenzó, fue una ocasión ponderosa, con muchas
más personas participando que en otros años anteriores y con, yo creo, una
concentración de energías y un tipo de enojo colectivo en este primer año de
legado repulsivo de Donald Trump, durante el cual cerró la puerta al asunto de
Guantánamo y durante el cual ha estado promoviendo discursos racistas,
xenófobos, islamofóbicos con frecuencia, desde la
prohibición de viaje de musulmanes a su país hasta el comentario
absolutamente desgraciado de “pozo de mierda” acerca de los países africanos,
Haití y El Salvador el día de nuestra petición de cierre de la prisión.
Estuve encantado de ser invitado a ser el primero en hablarle a la multitud
y cuando lo hice, estaba sorprendido de descubrir que la decepción de los años
de Obama fue sustituida por enojo genuino, incluso rabia, hacia la obstrucción
racista de Trump y su poca desgraciada capacidad para ser presidente. Mi
discurso conmovedor fue grabado por Justin y espero que salga pronto junto con
otros videos de los demás oradores, junto con quienes enfocamos nuestras
energías de una manera tan poderosa sobre la Casa Blanca y la necesidad de
cerrar Guantánamo de una vez por todas.
Mientras los activistas vestidos de naranja se organizaban en nombre de los
41 hombres que siguen encerrados, cantamos nuestras canciones de liberación,
particularmente “A beautiful sound” por the Peace Poets fue
claro que, a diferencia del año pasado, mientras estábamos entre Obama y Trump,
este año nuestra concentración fue infalible, así como lo es nuestro
descontento y la desaprobación como presidente y espantoso ser humano que es
Trump, ahora dueño de Guantánamo.
Aquí pueden ver el vídeo de Associated Press via YouTube de Pardiss Kebriaei del Center for
Constitutional Rights, del ex agente de la NCIS Mark Fallon, autor de Unjustifiable Means: The Inside Story of How the CIA,
Pentagon, and US Government Conspired to Torture y de su
servidor.
Posteriormente seguí mi camino hacia la esquina de la Casa Blanca hacia el
“tanque de pensamiento” de New América en donde, cada año, Tom Wilner, el otro
co fundador de Close Guantánamo y yo hacemos un panel de discusión con uno o
dos invitados. Este año, para el “Guantánamo under Trump”,
nos acompañó Karen Greenberg, la directora del Center on National
Security at Fordham Law School en New York, quien ha estado en otras ocasiones con nosotros.
Me encantó darme cuenta de que la audiencia era mucho más grande que la de
otros años y que una sesión de preguntas y respuestas en vivo siguió nuestras
presentaciones. El vídeo se encuentra aquí via YouTube. El vídeo empieza ya con 11 minutos y
para mí la sección más conmovedora es donde Tom describe su primera vistia a la
prisión en cinco años para conocer a Khalid Qassim, a quien representa con Reprieve en un esfuerzo para desestimar las vergonzosas apelaciones y decisiones de la
corte que en 2010 y 2011 esencialmente
eliminaron el habeas corpus para los detenidos.
Poderosamente Tom describe la burocracia militar zombi, que continúa a
comportarse como si prisioneros como Qassim, que no fueron más que soldados rasos
talibanes y que sigue detenido porque históricamente se resistió su detención
ilegal en Guantánamo portándose mal, son considerados amenizas mortales, lo
cual no son. En Guantánamo, cuando le ha sido permitido expresarse, ha
demostrado ser un
talentoso artista, pero para mí, el momento más revelador es cuando Tom
explica lo delgado que es (pesa la mitad de lo que pesa un hombre normal,
después de años de huelga de hambre en protesta a su detención sin fin sin
cargos ni juicio). Siempre que los huelguitas de hambre de Guantánamo,
esqueléticos, son mencionados, no puedo más que reflexionar acerca de lo
impactante que sería para el público si una foto de un hombre parecido a un
judío en un campo nazi de concentración, se filtrara.
El Viernes regresé a Nueva York con Matt Daloisio y Jeremy Varon de Witness
Against Torture, para estar una semana y regresar al Reino Unido después del
primer aniversario de Trump como presidente con la esperanza de ver protestas
ese día como la
marcha de las mujeres del año pasado.
Si estás en Nueva York, me encantaría verte el jueves 16 de enero en la
tarde en Libros Revolución en Harlem, en donde
estaré hablando acerca de “Guantánamo, Torture, and the Trump Agenda”,
una reflexión de mi investigación y trabajo de 12 años acerca de la prisión de
Guantánamo y sus prisioneros, acerca de cómo he trabajado para que cierre y
acerca de lo que Podemos hacer este año para que ese sueño se convierta en una
realidad.
Espero verte ahí y no dudes en ponerte
en contacto si quieres entrevistarme o si quieres hacer arreglos para algún
otro evento conmigo, ya sea como orador o si me das la oportunidad para tocar algo de mi música en
relación con Guantánamo, el programa de tortura de Estados Unidos y otros
asuntos relacionados con derechos humanos y justiciar social.
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Andy Worthington es un reportero e investigador independiente, activista,
autor, fotógrafo, cineasta y canta autor (líder y principal compositor del grupo
londinense The Four
Fathers cuya música se encuentra disponible en Bandcamp). Es el
co-fundador de la campaña Close
Guantánamo y de la iniciativa Donald Trump No!
Please Close Guantánamo lanzada en enero del 2017, es el co-director de We Stand With Shaker para la liberación
de Shaker Aamer, el último residente británico en Guantánamo, quien fue
finalmente liberado el 30 de octubre del 2015, y autor de The Guantánamo Files: The Stories of the 774 Detainees in
America’s Illegal Prison (publicado por Pluto Press, distribuido por la
University of Chicago Press en Estados Unidos y disponible en Amazon, incluida
la edición Kindle. También publicó otros dos libros: Stonehenge: Celebration and Subversion y The Battle of the Beanfield . Es, también, co-director
del documental Outside the Law: Stories from Guantánamo junto con Polly Nash
(disponible en DVD aquí o aquí para los Estados Unidos).
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